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¿Qué es un gemelo digital?

¿Qué es?

Un gemelo digital no es más que una simulación de un objeto real, que nos permite conocer su estado, interactuar con él, y en última instancia, simular su comportamiento real. Un ejemplo cercano sería el de un simulador de vuelo de un avión comercial.

Aunque proliferan ahora, su uso viene de lejos. La NASA, ya en los años 70 utilizaba gemelos (en este caso físicos) de sus naves espaciales para poder probar su comportamiento en tierra. Cuando el Apolo 13 sufrió daños en su vuelo a la Luna, fue uno de los mecanismos utilizados para darles una solución.

Circunscritos en sus inicios al ámbito militar y aeroespacial por su coste prohibitivo, en la actualidad están proliferando en otros muchos ámbitos por varios motivos: el uso del mundo digital reduce los costes de construcción y operación (por analogía, un túnel de viento cuesta cientos de millones de euros y un programa de simulación de fluidos unos cientos de miles), por la proliferación de sensores de bajo coste para casi cualquier tipo de necesidad, la difusión a escala planetaria de redes de comunicaciones de alta velocidad (4G) y de bajo consumo (SigFox, NB-IoT) y el uso de la computación en nube, mucho más económica y elástica que la alternativa de tener que adquirir una granja de servidores propios.

Esta proliferación hace que el concepto de gemelo digital se vuelva difuso, y en algunos casos se confunda o mezcle con conceptos preexistentes. En general, se asume que para poderse llamar gemelo digital debe cumplir una serie de premisas: estar conectado a un objeto real, recabar datos de ese objeto real, poder interactuar con ese objeto real, y en última instancia, poder probar cómo sería el comportamiento de ese objeto real ante determinadas decisiones.

El ejemplo que hemos puesto antes del simulador de vuelo no cumpliría algunas de estas premisas, pero es ilustrativo. Sí que sería un gemelo digital una consola de control remoto de un dron, que además incorporara capacidades de simulación.

¿Por qué son importantes para mi?

En general, siempre que tenga una serie de elementos físicos sobre los cuales quiera conocer su estado en todo momento, a los cuales necesite mandar órdenes o nuevas configuraciones y sobre todo, en los que me interese conocer el impacto de mis decisiones antes de hacerlas realidad.

Se puede decir que los gemelos que permitían conocer el estado de las cosas son los de primera generación. Su uso ya reporta grandes ventajas a sus usuarios, ya que permiten conocer su estado en todo momento y anticiparse ante posibles problemas (todas las soluciones de mantenimiento predictivo por ejemplo se encuadrarían aquí).

Si además puede interactuar con el objeto, alterar su comportamiento, ya sea de manera manual (por un operario) o especialmente de manera automatizada, se puede decir que son de segunda generación. De nuevo, esta capacidad de alterar el estado o el comportamiento del objeto sin tener que desplazar a un operario tiene grandes ventajas, por la prontitud de la respuesta, por el ahorro de costes de recursos humanos, etc.

Por último, y lo que de veras define un gemelo digital, por la capacidad de simular el efecto de mis decisiones. Esta tercera generación es la clave del concepto de gemelo digital y es sin duda la que mayor impacto económico tendrá en mi organización.

¿Qué pasa si cambio la disposición de los pasillos de mi almacén? ¿Qué pasa si cambio el tiempo en verde de los semáforos de mi ciudad? ¿Qué pasa si quito un camión de mi flota de camiones? Estas preguntas serían muy caras de responder cuando no imposibles en el mundo real, teniendo que asumir sus consecuencias. En cambio, un gemelo digital podría ayudarnos a evaluar las distintas opciones con un impacto mínimo, tanto de tiempo como, sobre todo, de viabilidad.

Por tanto, el impacto del uso de un gemelo digital en mi organización podría resumirse en:

  • Mayor agilidad en la toma de decisiones, al poder ver su resultado de manera inmediata, incluso en procesos que de manera natural llevarían meses o años.
  • Mayor calidad en mis decisiones, al poder evaluar múltiples alternativas y escoger la que mejor se ajuste a mis necesidades.
  • Menores costes operativos, al poder mejorar el mantenimiento de mis activos, optimizando los cambios de piezas, o reduciendo los desplazamientos.

 

¿Y el futuro?

Si hasta ahora los gemelos digitales nos ayudaban de manera pasiva en la toma de decisiones, a partir de un futuro muy cercano serán parte muy activa de las mismas. Al aprender de nuestra realidad usando técnicas de Inteligencia Artificial o de Deep Learning, podrán sugerirnos soluciones a nuestros problemas o mejoras operativas.

Esto, que hace años era ciencia ficción es ahora una realidad muy cercana y accesible a las organizaciones. Desde oga podemos ayudarle a construir su gemelo digital del mundo logístico, reduciendo sus costes operativos y de flota.

Acerca del autor

Autor
Jaime Nebrera
Big Data Consultant / Project Manager en oga

Consultor especializado en nuevas tecnologías y Big Data.

Pionero en España en la utilización de tecnologías tan de vanguardia como Apache Kafka y Druid, cuenta con un amplio bagaje en el diseño de productos tecnológicos innovadores.